sábado, 17 de enero de 2009


Tiro de esta cuerda de papel con mucho cuidado
sintiendo la fragilidad ajándose
mientra contemplo el escenario mortal
de otros humanos que sobreviven compitiendo;
como la marea del mar que baja y sube
mostrando así su tesoro.
Agitación por esta situación que exalta tantos
episodios del ayer con fábulas que ya se van.
Hoy se despliega esbelta,
tan bella y neutra nuestra paz.
Despierta a los seres que velan a sus corazones
y a brisa perfumada de olvido ametralla con sol.
Hoy por latarde las tristezas serán cenizas gris;
un polvo marfil cubre como nube la capa azúl
de nuestro planeta, que perdido, gira por ahí
buscando el eje parecido a su estructura fiel
del ser que desde hoy ya no es enemigo de la ley.
Llegó el tiempo desbloqueandola atalla perdida
que caldeó las mentes avaras , jugando con poder.
Nuevas horas hoy surgirán para destellar con luz
nuestro amanecer lacrado con pincel de seda
para que los días sellen letras de Paz.


AMÉRICA . . EN LA EXPRESIÓN

Hoy, por la mañana libré una esperanza
sobre las montañas empañadas de sol.
El brillo único y dorado de los días
lastima el duelo de la emancipación
cuando las letras encadenan y
sellan la perfecta hegemonía en la expresión.
Hoy, lo complejo se hace corazón simple
porque una lágrima arde en la mejilla
al ver un pueblo que con verdad
anima los proyectos lacrados por dominación
mientras sobre el humano
la ideología altiva reina y ordena filosofía.
Hoy, se deslizan las hojas por el césped
cubriendo la huella fresca de la soledad,
de figuras rústicas, de ritos y fé.
Hoy la luna dibuja sombras latinas;
consuelo de aquellas almas que vigilan
todas las flores del bosque y su sistema.
Hoy, ya lo vés; estás ahí tan oscura tan clara,
tan verde, roja y amarilla.
Por estas cadenas se afinan y sueldan
las decisiones de los mártires vivos.
Hoy, la doctrina dá lugar a la ciencia por eso
me tienes , te tengo en mi destino.



UN PANAL SOCIAL

El panal que mi vida modela
matiza la belleza del sueño,
celdas doradas por melancolía
describe la ferviente geografía
Cada silencio llama al deseo
y palabras delgadas de anhelos
chocan la brisa que nos abraza
cuando nuestras miradas las alcanzan.
La vida se envuelve en las gentes,
son cristales de sueños surgentes.
Es que mi piel sale de allí, vuela
y deja a la ciencia que vacile así.
La imágen que pasea la gente,
son luces con ropajes plásticos,
sólo, quietos, inhertes, míticos,
al terminar la jornada diaria.
En este día que demarca al fín tus días,
mis días rompen hielos
con el fuego que emana de tí
cuyo calor desespera salir.
Un cartón húmedo en la madrugada
señala la fábula escogida,
fuente fresca que baña palabras
dorando el final de los sueños.




PIEL VERDEMAR
Del silencio secreto que guarda tu piel verdemar,
la valiente brisa te dibuja sólo con tocarte.
Eres tan indefenso que llamas a la defensa.
Pasaron los años y no cambias, solo creces.
Tu color natural cubre aquel espacio vacío;
viva circunstancia de la eternidad.
Eres transparencia cada vez que deliro tanto,
tolerancia son tus principios al dejar habitar
mis palabras gelatinosas cuando es de noche.
Todo esto eres y más todavía al evocarte.
Cuando me ausente algún día para luego regresar,
tu color verdemar brillará avivando la marea.
Por varios años hemos compartido tantas cosas
hermosas con torrentes de penas grises
que al llegar el sol energiza la voráz soledad.
Brota así la fantasía del hombre fiel de una vez
que como tú ha posado casi siempre en ese lugar,
testimonio de nostalgias dormidas.
La lluvia del estío baña y perfuma
aromatizando con el incienzo de tus olas.
Ahogas al pensamiento y una ausencia late
el dolor crecido junto a tí con heridas de tu raíz
que profundas se enriedan lento
en el corazón que sonríe con amor.
Es tan intenso el otoño porque
cuando sopla espina mis ojos.
Sueño con desgustar el sabor,
mezcla agridulce que como espuma sangra
rozando la carnosidad labial sobre tus brazos
dejando como todo mineral: una marca de sed.
Cuando él regrese hablará del tiempo vivido ayer
y quedándose dormido pintará el brillo de la noche
que enmarca tu lecho. El placer amanecido tatuará
su destino y la imágen humana invadirá la playa.
El aroma, vuelo hecho gaviota vigilará a tu piel verdemar.




MUERTE

Mujer de las siete enfermedades eres peor que todas las osamentas juntas.
Brotas y mueren los objetos naturales. Te cruzas entre las armonías y decoloras
infectando al equilibrio ecológico. Ayer caminaste sobre una senda y borraste
el aroma de paz y sosiego. Hoy intentas robarme el amor eterno pero Dios no lo permitirá.
Maldita mujer, regresa a la oscuridad, al vacío del cual sos nativa,
muérete para siempre, muérete. Nunca tocaste vida porque eres árida y fría;
eres nada, eres una miseria desparramada.
Fantaseas con ser la gran dama pero eres nada, eres ácida.
Mujer maldita tejes odio y desesperanzas.
Ayer reías de mi partida enamorada gozabas del dolor ajeno.
Hoy estás enajenada en el infierno porque es tu morada.
Maldita mujer, aléjate de las personas que son leales,
quédate con la piel de los infieles.
Mañana serás sólo nada, desolada, una isla sin nada, sin ruidos y silencios.
Eso, nada, para el humano no eres objeto deseado
sólo eres basura cósmica desintegrada,
eres la muerte tan desterrada y nada.


DESPEDIDA HERIDA


Extraño en esta noche cálida, no sé qué misterio consumió
los momentos que fluían ayer. Ahora comencé a sufrir la partida
imposible dejarte , mientras te veo creo quedarme en tí.
Cada vez quiero gritar al desamor que nos unió.
Voy a quedarme en la piel sin dejar de vivir por tí.
Aquellas mañanas tan serenas como las tardes de siestas
acompañan los versos miel. No puedo alejarte de mi
porque ahora soy tu voz soy tu locura cierta y la paz.
La noche brilla mostrando tu retrato junto a la luna plata.
Eres cielo, un espejo tan frágil.
Nunca te olvidaré porque te quiero tanto más que un tesoro
Hoy eres parte dormida esa que nunca mira.
Volverá la soledad que estuvo ausente, volverán esos días oscuros y tú
olvidarás del rostro terrenal. Las estrellas reflejarán el llanto
y desde la lejanía la brisa llevará el aroma a piel.
La casa sentirá esa piel cada vez que surga el recuerdo y
los años indiquen que yaces tendido en un gran rincón.

SUANG